Thursday, May 12, 2005

Lluvia, ven.

A veces, cuando llueve, diluvia. Y eso es bueno. A veces es fácil imaginarse dioses tras esos poderes elementales, la furia del cielo, que llueva como si se hubieran abierto todas las compuertas, y sentir el agua calando cada recoveco de tu ser. Aprendí a mojarme, y cada cierto tiempo, lo echo en falta.