Llevo mucho tiempo queriendo escribir esta entrada y sabiendo que no le voy a hacer justicia. Sabiendo que verbalizar el caldero de ideas que tengo en la cabeza es como tratar de describir la hermosura de una mujer que amas. No hay palabras que basten. Pero me parece importante intentarlo.
Hoy he tenido una conversación con mi amigo Arioch, que probablemente jamás leerá esto, sobre las buenas personas. Es una conversación que llevo teniendo últimamente con mucha gente. Podría pensar que es que el tema lo saco yo, pero sé que en muchos casos eso no es verdad. Quizá haya una subyacente preocupación general en la gente que me rodea en torno a la bondad. Quién sabe.
Para Arioch, la inocencia va ligada a la bondad necesariamente. Ese concepto me resulta terriblemente alienígena. ¿Resulta entonces que alguien que ha perdido la inocencia no puede ser buena persona? Según él, no será tan buena persona como cuando la tenía. Lo que me lleva a los terrenos comunes. Ese, desde luego, no lo es. Yo no puedo compartir eso.
Cuando hablas de este tema, como de cualquier otro, es necesario tener un terreno común. Y claro, de hay viene el primer gran problema. La bondad es un termino terriblemente subjetivo. Pero eso no es evidente para la mayoría de la gente la mayor parte del tiempo. Primer sobreentendido, y primer error. Pero claro, ponerte a aclarar qué términos son necesarios para la bondad con cada persona que hablas es un trabajo arduo, y que no me rece la pena en general. Segundo error. ¿Pero es este un error necesario para no quedarte bloqueado?
Lo que es bueno para mí no tiene por qué serlo para el de al lado. Pero esto es difícil de comprender. ¿Cómo puede no ser bueno para él si para mí es tan evidente que lo es?
Además, ¿qué hace falta para ser buena gente? ¿Vale con no ser mala persona? ¿Hay que hacer un esfuerzo para serlo, salirte de tu camino haciendo (cometiendo XD) buenas acciones?
Alguien me dirá que ya, que la relatividad de la bondad está bien, pero que vivímos en sociedad y que hay que tener un terreno común. Aunque sea artificial. Los hay, y los ha habido, con más o menos fortuna. Pero teniendo en cuenta que somos legión y que las interpretaciones serán tantas como individuos, ese terreno debería ser amplio, no muy específico. Ahí va algo que se me ocurre sobre la marcha (o bueno, no. Llevo pensando en ello muchísimo tiempo. Pero es sobre la marcha porque las palabras surgen más o menos espontaneamente)
No hagas daño. Cuando no te quede más remedio, o cuando lo hagas por accidente, procura minimizarlo, y asegurate de que sientes ese daño, que no te es gratuito. Intenta mejorar la vida de los que están a tu alrededor, teniendo en cuenta la primera parte de todo esto. No hagas daño.
Eso es lo que yo pienso. Parece fácil, ¿eh? Dos leches. Es muy vago, lo sé. Pero se me ocurre que, incluso fallando a veces, porque somos humanos después de todo, alguien que viva siguiendo eso no podrá ser mala persona. ¿No ser mala persona te hace buena? No lo sé. Desde luego es un comienzo realemente bueno.
Esto ha salido, como esperaba, realmente chapucero. Pero es mejor que nada, y por lo menos, ya ha saltado del caldero al plato, por así decirlo. Quizá lo mejore luego añadiendo sal, pero me encantará oir la opinión de los comensales. De verdad que sí.
