De ángeles y demonios, y otras cuestiones
Hoy he leído en el blog de Rapunzell una entrada que me ha gustado y me ha hecho ponerme filosófico. Estaba escribiéndole un comentario y he decidido que en vez de dejarlo ahí, iba a desempolvar mi propio blog, que ya iba tocando.
Yo le habría al niño de la entrada de Rapun con un sí, los diablos existen, como personificación del mal gratuito, así como los ángeles, como personificación del bien altruista. Ahora bien, ni tienen rabo y cuernos, ni alas y halo. No, te los encuentras todos los días en el metro, en el ascensor, en la calle. Tu vecino, ese que te abre la puerta amablemente y te saluda con una sonrisa, puede ser el mismo que cuando llega a casa por las noches da palizas a su mujer hasta dejarla moribunda, o queriendo estarlo. O ese tipo de aspecto desarrapado y poco fiable puede ser el que se lance a salvarte cuando un camión te va atropellar, aunque se juegue la vida.
Por quitarle hierro (en parte) citaré (aunque no literalmente, que no lo encuentro) “Buenos presagios”,en el que Crowley, un demonio, dice que los humanos nos inventamos cosas peores de las que ellos podrían en un millón de años, y que hacemos cosas a otros humanos en nombre del Demonio con las que el propio Demonio no querría tener nada que ver .
Y hablando de otras cosas, la oposición progresa, aunque en algunos campos he sufrido reveses. El lunes aprobé los dos teóricos del camión, y el miércoles que viene me examino del examen de maniobras tanto de la moto como del camión.
El revés más importante es que he estado entrenando mal la prueba de 2000 m, corriendo menos distancia, por lo que mi ritmo es un asco para la prueba real, y no sé si podré enmendar eso, por que me quedan 20 días para los exámenes, y no sé si tendré tiempo. Pero sigo con ello.
Yo le habría al niño de la entrada de Rapun con un sí, los diablos existen, como personificación del mal gratuito, así como los ángeles, como personificación del bien altruista. Ahora bien, ni tienen rabo y cuernos, ni alas y halo. No, te los encuentras todos los días en el metro, en el ascensor, en la calle. Tu vecino, ese que te abre la puerta amablemente y te saluda con una sonrisa, puede ser el mismo que cuando llega a casa por las noches da palizas a su mujer hasta dejarla moribunda, o queriendo estarlo. O ese tipo de aspecto desarrapado y poco fiable puede ser el que se lance a salvarte cuando un camión te va atropellar, aunque se juegue la vida.
Por quitarle hierro (en parte) citaré (aunque no literalmente, que no lo encuentro) “Buenos presagios”,en el que Crowley, un demonio, dice que los humanos nos inventamos cosas peores de las que ellos podrían en un millón de años, y que hacemos cosas a otros humanos en nombre del Demonio con las que el propio Demonio no querría tener nada que ver .
Y hablando de otras cosas, la oposición progresa, aunque en algunos campos he sufrido reveses. El lunes aprobé los dos teóricos del camión, y el miércoles que viene me examino del examen de maniobras tanto de la moto como del camión.
El revés más importante es que he estado entrenando mal la prueba de 2000 m, corriendo menos distancia, por lo que mi ritmo es un asco para la prueba real, y no sé si podré enmendar eso, por que me quedan 20 días para los exámenes, y no sé si tendré tiempo. Pero sigo con ello.
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