Friday, March 26, 2004

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Ayer cuando llegué a casa por la noche, estaba muy cansado. Había sido un día bastante regular, sobre todo por la tarde, por que había tenido una clienta de esas que parecen dedicadas únicamente a hacerte la vida lo más jodida que puedan. Y como a eso se unía que la noche anterior no había dormido más de cuatro horas, y que esa tarde (la del día anterior a ayer) un cliente se había dedicado a gritarme por teléfono durante más de media hora (estoy seguro de que fue por el telefono que tuvo valor para comportarse así. Y menos mal. Por que si lo hace en persona, a mí me despiden) pues no llegaba a casa con el ánimo muy alto. Vamos a obviar todo lo demás; la frustración por un trabajo lamentablemente mal pagado, el desanimo generalizado...
Bueno, pues cuando llegué a mi casa había en la cómoda de la entrada un paquete a mi nombre. Eso de por sí ya es curioso (no recuerdo la última vez que me llegó correo dirigido a mí personalemente), pero más lo era lo que ponía en flamantes letras azules en el sobre acolchado: United States Postal Service. Ya tenía una pista de quien podía ser el autor del envío (podría haber mirado el remitente, pero estaba demasiado nervioso) Cuando por fin abrí (torpemente) el paquete me saltó una nube de polvo a la cara; el relleno del sobre acolchado, que parecía hecho de una curiosa pasta de papel reciclado, se había machacado en el viaje a conciencia. Cuano por fin conseguí mirar el contenido del sobre (tras toser, lagrimear y eso) no pude evitar una carcajada que me levanto el ánimo. Alguien se había acordado de mi cumpleaños, y dado el retraso de su felicitación, decidió acompañarla de "The ultimate hitchhicker's guide to the galaxy". Los cinco libros de Douglas Adams, en inglés. Gracias, gracias. Va a estar bien volver a ir por el metro con una sonrisa de oreja a oreja, carcajeandome por lo bajo y notando la mirada del resto del mundo pensando "Ese tío debe de estar chiflado". Sí, la verdad es que lo estoy, gracias
 
(2) mucha gente dice cosas!