Niños
Esta tarde he estado cerca de cometer un triple homicidio. Suerte que la idea de pasarme al lado de la Ley y el Orden (¿ley? ¿orden? Pffff.... jua jua jua jua jua) me retiene en ocasiones como esta.
Estaba yo en Correos, tratando de certificar una carta, cuando una señora ha entrado con dos especimenes humanos en estado de larva, o niños, de la variedad chillona. Al poco rato, y después de un pisotón, la caída de un expositor de postales y la contaminación acústica disparada, he suspirado de forma evidente. Mirada de la señora. Tras otro rato en la cola, aguantando, se me ha escapado un “joder” bien audible. A lo cual, la señora, claro, batalladora ella, se ha girado muy digna, y ha dicho “son niños”. Ante lo cual, mi vena gorda del cuello se me ha hinchado terriblemente. Estaba leyendo un súper tomo de historias de Conan que Tindriel me ha regalado por Navidad, que guapa que es ella, así que claro, visiones de cráneos reventados, lamentos y gemidos de madres llorosas y mares de sangre han anegado mi visión. Conteniéndome, he apretado fuertemente los nudillos, y con mi voz más calmada le he dicho que sí, que son niños, pero que ella es su madre y que es su responsabilidad educarlos para que no sean las bestias salvajes que son los niños si les dejas. Se ha puesto blanca, ha boqueado como un pez fuera del agua sin saber que decir, ha puesto cara de indignación, y yo la he ignorado y he seguido leyendo, satisfecho porque la verdad duele. Cuando he terminado ha intentado farfullar algo de cuando yo tenga hijos y de cómo los educaría. La he ignorado después de llamarla muy poco halagador.
No sé si tendré niños. Tengo muchas cosas que resolver primero en mi vida. Y además no sé si sería un buen padre. No tengo paciencia, para empezar a hablar, pero no voy a seguir. Pero sí sé una cosa. Un niño es una responsabilidad, quizá la mayor que una persona puede adquirir. Antes de cargarte con ella debes considerar si eres realmente capaz. No es un perro que tengas que sacar a la calle, y que si no lo educas bien se meará en casa y ladrará a horas intempestivas. Es una persona, que si no educas bien, no será una persona bien educada. ¿Perogrullo? Quizá. Pero al cabo del día, si te paras a pensarlo, si la gente estuviera mejor educada, la vida sería mucho, mucho más sencilla. Habría menos hijos de puta por metro cuadrado, eso seguro.
Por otro lado, me parece cojonudo eso de “es que son niños” para justificar las bestialidades que un humano pequeñito en proceso de desarrollo puede llegar a cometer. Es que se me saltan las lágrimas. Es posible que sea mi imaginación, pero tengo la clara impresión de que este país degenera cada vez más deprisa a un nivel de subnormalidad crítica. Es triste.
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