Friday, November 18, 2005

It was not meant to be... today.

No he pasado el corte en una de las pruebas. La razón es que en la primera prueba he tenido una contractura en la espalda, que he ido arrastrando en el resto. Cuando he llegado a la carrera, bastante tenía con andar... no digamos correr dos kilometros.
El porque de la contractura es una historia larga, que haré corta; la imbécil de mi médico no puso mi nombre en el certificado, y el imbécil de mí, no se dio cuenta de eso. Y eso que lo leí dos jodidas veces. Cuando lo he presentado esta mañana, el policía me ha dicho que no podría hacer las pruebas, a no ser que presentara un certificado nuevo, firmado por un médico... en cinco minutos. He corrido hasta la farmacia más próxima a toda leche, he comprado el certificado, he vuelto corriendo, me lo ha rellenado un médico, a toda prisa (se ha confundido, y ha tenido que tachar...) y he vuelto. Justo por los pelos. Me han puesto un millón de problemas. Pero al final, he entrado. He llegado, sin aliento, a la primera prueba, y sin tiempo para descansar... o estirar como se debe. Además de la tensión de la carrera que me ha dejado bastante tocado, y me ha privado de mi concentración. Con todo y con eso, una contractura... he aprobado dos pruebas, y sacado un siete en otra. Pero la carrera ha sido más de lo que he podido. He acabado, pero fuera de tiempo (por cinco segundos)
He perdido una oportunidad. Me siento fatal. Pero mañana empieza de nuevo. Tengo un año.