Wednesday, September 08, 2004

La Ira

Desde que tengo uso de razón me ha pasado. Tengo más mala leche que un dragón con dolor de colmillos. Se debe a varias cosas; una combinación genética explosiva (tendríais que ver el carácter de mis padres y abuelos), poca paciencia y probablemente un exceso de calcio cuando era niño (me bebí una de esas botellas de medicina blancuzca para reforzar los huesos; sí, era un inconsciente, no ha habido grandes cambios desde entonces)
Me caliento en seguida y lo que me dura, que rara vez es mucho, es mejor dejarme estar. Estar a varios kilometros de distancia, a poder ser. En frío me doy cuenta de que es un defecto, y a veces uno francamente malo (otras, cuando hay jaleo por ejemplo, no está mal), pero eso es en frío. En caliente, mi caracter es como la mierda. Mejor no removerla, porque huele.
Esto es para explicar mi entrada anterior. Como ya dije, la mesura es algo que me escasea mientras me dura el cabreo. Tiene algo de bueno, eso sí; no creo que nadie pueda decir que soy rencoroso, por que muy, muy gorda tienes que hacerla para que pasado el tiempo de enfriamiento pertinente me acuerde de que me la hiciste.
 
(2) mucha gente dice cosas!