Friday, September 12, 2003

A veces la vida te da pequeños regalos. Un hermano medio idiota pero al que a pesar de todo tienes que saber apreciar. Una pequeña pieza de música que encuentras por sorpresa. La vuelta de alguien (o algo) muy querido. A veces, eso basta para que recuerdes que es realmente lo que más importa en la vida. 

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