Llevo varios días queriendo escribir algo, pero no consigo que me venga la inspiración. El blog llevaba demasiado tiempo silencioso, y eso no me gusta. Tampoco es que tenga mucho que contar, los días pasan más o menos tranquilos, el verano arrastrandome en esa laxitud del calor y la vagancia. Esta semana, que se auguraba especialmente aburrida dado que casi todo dios está fuera de Madrid ha pasado, tampoco particularmente lenta.
Por cierto, que los de Blogger han vuelto a cambiar el lay out de las anotaciones, solo Dios sabe por qué (quizá digan algo en las noticias que ponen en la página principal, pero quien se para a leer eso, ¿eh?) Bueno.
 
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