Bueno, tras el fin de semana, que me he pasado entero jugando a las cartas, se me ha pasado un poco lo de la semana pasada. Al final mi lado competitivo puede al melancólico, parece ser.
Bueno, hoy, para canalizar la tristeza general de un día esplendoroso fuera y una vez más gris por dentro, me he recogido casi toda la habitación. Bueno, básicamente he recogido los libros, que estaban hechos un asco y un lio. He tenido que deshacerme de muchas cosas viejas. Muchos recuerdos a la basura, por que hoy era uno de esos días en los que te deshaces de trastos antediluvianos que nunca te atreviste a tirar. Por lo menos mi cuarto tiene un aspecto un poco más ordenado y limpio. Ojalá la vida fuera tan fácil de recoger y dejar limpita como un cuarto, en el que lo que te estorba, te entristece o molesta va al saco de basura y la suciedad se recoge pasando simplemente la aspiradora. 

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