Es curioso lo grande que es Madrid y que acabe siempre gravitando hacia los mismos sitios.
Hoy, después de bajar de Navacerrada, me he pasado por el Corte Inglés de Goya y he tenido un encuentro feliz; gracias por un café tan ameno Earendil.
También acabo de recibir un mensaje del pasado que me ha sorprendido, pero tampoco mucho.
En fin. Llevo desde Nochevieja con el cuerpo y la mente como exhaustas, a ver si de una vez descanso y recupero la energía perdida.
"I drove all night down streets that wouldn't bend,
but somehow they brought me back here, once again..." 

Dí algo, anda (0)