Tuesday, October 28, 2003

Sabor a dolor

La expresión me ha hecho gracia, por eso la pongo, aunque la verdad es que suena un poco melodramatico. Bueno, la razón es que esta tarde he ido al dentista, para que me arreglara un agujero en una muela del tamaño del tunel de Guadarrama. Me ha hecho polvo, claro, pero es uno de esos males menores; tirarme toda la tarde babeando hasta que se me pasa la anestesia, sin poder beber sin tirarme todo el vaso por encima, y luego con dolor en la mandibula (por que la dentista estaba convencida de que en realidad soy un tiburon o una serpiente, con una capacidad de apertura maxilar muchísimo mayor de lo que en realidad tengo), es, sin duda alguna, mejor que ese dolor cabronazo que he tenido todo el fin de semana por una muela rota y cariada, de ese que pareciera que te están metiendo agujas al rojo por la encía y retorciendo.
Y, a lo que iba, la dentista me ha dicho que me pondría un empaste provisional hasta el jueves que acabe la endodoncia (me pregunto por que no podrá terminar la operación en un día, digo yo, ¿serán todos los dentistas un poco sádicos?), y que lo sentía mucho pero que la boca me iba a saber a dolor hasta entonces, refiriendose imagino a ese desagradable sabor que deja un empaste de esos, imagino que todos sabreis a que me refiero. Sabor a dolor. Je. 

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