Wednesday, October 01, 2003

Pues al final no era el estómago

Pues al final no era el estómago
Ayer, después de otro encantador episodio de vómitos, mareos y flojera general, fui al médico, la verdad es que un poco asustado. Tuvo que venir mi madre desde San Sebastián de los Reyes, por que yo no estaba completamente seguro de poder andar como es debido, y además llovía bastante.
En el ambulatorio pude comprobar que efectivamente en este bonito país todavía existe mucha gente analfabeta. Lo digo por que a pesar de haber unos maravillosos carteles de "Por favor, guarden silencio" la gente charlaba animadamente a voz en grito. Mis favoritas, sin embargo, eran dos niñas que correteaban persiguiendose y profiriendo chillidos propios del ganado porcino en día de matanza (debería dedicar a ambas infantas una entrada propia del blog. Sin embargo, si pusiera todos los sentimientos que me inspiraron, seguramente me detendrían por planear un homicidio con ensañamiento. Así que solo diré que pensé una o un millón de veces aquello de "Herodes bendito, dónde estás cuando te necesito") Dada mi condición delicada, no estaba en estado de apreciar la alegre algarabía y el colorido de la sala de espera. Aunque quizá esté siendo injusto; quizá la gente sabía leer, y lo que pasa es que entendieran ese guarden silencio como "dejen el silencio a buen recaudo y griten cuanto puedan"
Pero bueno, me estoy yendo de varas. Al fin la médico me atendió, y tras unas pruebas resultó que no, que no era del estómago, sino que tengo "vertigo cervicular agudo". Lo que quiere decir eso es que tengo muchísima tensión en las cervicales y que esta me produce mucho vertigo, que me produce el mareo y los vómitos. Así que la amable doctor me recetó calor seco, reposo, y un medicamento muy simpático que me hizo pensar en Tindriel y en el médico aquél que le recetaba Valium para el dolor de cuello. ¿Por qué? Bueno, pondré las indicaciones del fármaco en cuestión y vosotros me decís:
Cuadros psicopatológicos diversos (Neurosis, Depresiones, Somatizaciones neuróticas) Trastornos psicológicos funcionales. Síndromes psicosomáticos. Involución psíquica. Ulcera gastroduodenal. Ah sí, y vertigos. Menos mal. 

(3) mucha gente dice cosas!