Finde de buceo
Acabo de volver de Murcia. Este fin de semana he bajado en compañía de Tindriel y los titos, a la casa de los padres de Moriarty en la playa. Objetivo: refrescarnos el curso de buceo y disfrutar del mar.
Llegamos el viernes a Torre de la Horadada sin grandes novedades. Los padres de Moriarty nos dieron de cenar como a reyes (todas las comidas que hemos hecho con ellos han sido un exceso, tanto de comida, que estaba toda buenísima, como de amabilidad y buen rollo) tras un paseo por el pueblecito y la playa. Después nos fuimos pronto a dormir, que el sábado comenzaba muy tempranito e iba a ser muy ajetreado.
A las ocho de la mañana estabamos saliendo hacia Cabo de palos, donde ibamos a hacer las inmersiones. Llegamos a Islas Hormigas, el centro de buceo donde habíamos reservado las inmersiones. Nos recibió uno de los dueños, Carlos, y resultó ser un tío genial, con mucha paciencia con dos principiantes. No tengo elogios suficientes para con él. Íbamos a hacer las inmersiones en una reserva natural que hay entre Cabo de Palos y las Islas Hormigas, el Bajo deDentro. Fuimos con un grupito de gente más experimentada, que se fueron por su lado, y carlos bajó con nosotros. Esta primera inmersión fue un poco desastrosa, por lo verdes que estabamos Moriarty y yo. Duró muy poco, 20 minutos, y además nos mareamos bastante, para gran hilaridad de Carlos y el piloto del barco en el que ibamos, Pedro, otro tío genial del centro de buceo. Pagamos la novatada de ir sin refrescarnos las cosas y habernos olvidado de la Biodramina, pero nos sirvió para la segunda inmersión que hicimos tras volver a puerto, cargar botellas nuevas, y descargar al otro grupo de buceadores. Esta segunda inmersión la hicimos solos.
Esta vez la cosa fue infinitamente mejor, ibamos más relajados y la cosa fue espectacular. Duró algo más de 40 minutos, y vimos muchísima vida: barracudas, morenas, meros, estrellas de mar, vaquitas suizas, y un largo etc. Atravesamos una cueva, bajamos casi a 30 metros (en principio no deberíamos bajar a más de 18 metros, pero íbamos con instructor, así que la cosa fue como la seda) Impresionante.
Después volvímos a puerto para la comida. Comimos en un chiringuito playero un caldero (especialidad de arroz de la que me he traido receta, jio jio jio) y nos echamos la siesta en una playa, pues por la tarde teníamos el bautizo de Tindriel. Esta inmersión, en la que acompañabamos a Tindriel en el barco pero no en el agua, fue larga también, y divertida, aunque vimos mucha menos vida que en el bajo. Pero ya nos habíamos soltado, y disfrutamos cada minuto. Como ya dije en otra entrada, la sensación bajo el agua es indescriptible. Fahss!!! la llama "orgasmos verdaderos" pero todos sabemos que es un tarado... ¿o no?
La inmersión fue cojonuda, y Tindriel quedó enamorada. Otra conversa je je je.
Luego volvímos a casa, destruidos. Bucear te deja machacado, y tres inmersiones en un día son muchas para principiantes. Íbamos a acercarnos a tomar una copa con el hermano de Moriarty y celebrar San Patricio, pero no fue posible, caímos en cama antes de poder hacer amago de salir.
Y esta mañana ha sido de relax: playita después de desyunar, comer un suculento caldero en casa de Moriarty con su familia, que es encantadora, y con poco más que añadir, volvernos a Madrid. Ha sido breve pero intenso... espero que algunos de lo que leeis esto os unais pronto.
Llegamos el viernes a Torre de la Horadada sin grandes novedades. Los padres de Moriarty nos dieron de cenar como a reyes (todas las comidas que hemos hecho con ellos han sido un exceso, tanto de comida, que estaba toda buenísima, como de amabilidad y buen rollo) tras un paseo por el pueblecito y la playa. Después nos fuimos pronto a dormir, que el sábado comenzaba muy tempranito e iba a ser muy ajetreado.
A las ocho de la mañana estabamos saliendo hacia Cabo de palos, donde ibamos a hacer las inmersiones. Llegamos a Islas Hormigas, el centro de buceo donde habíamos reservado las inmersiones. Nos recibió uno de los dueños, Carlos, y resultó ser un tío genial, con mucha paciencia con dos principiantes. No tengo elogios suficientes para con él. Íbamos a hacer las inmersiones en una reserva natural que hay entre Cabo de Palos y las Islas Hormigas, el Bajo deDentro. Fuimos con un grupito de gente más experimentada, que se fueron por su lado, y carlos bajó con nosotros. Esta primera inmersión fue un poco desastrosa, por lo verdes que estabamos Moriarty y yo. Duró muy poco, 20 minutos, y además nos mareamos bastante, para gran hilaridad de Carlos y el piloto del barco en el que ibamos, Pedro, otro tío genial del centro de buceo. Pagamos la novatada de ir sin refrescarnos las cosas y habernos olvidado de la Biodramina, pero nos sirvió para la segunda inmersión que hicimos tras volver a puerto, cargar botellas nuevas, y descargar al otro grupo de buceadores. Esta segunda inmersión la hicimos solos.
Esta vez la cosa fue infinitamente mejor, ibamos más relajados y la cosa fue espectacular. Duró algo más de 40 minutos, y vimos muchísima vida: barracudas, morenas, meros, estrellas de mar, vaquitas suizas, y un largo etc. Atravesamos una cueva, bajamos casi a 30 metros (en principio no deberíamos bajar a más de 18 metros, pero íbamos con instructor, así que la cosa fue como la seda) Impresionante.
Después volvímos a puerto para la comida. Comimos en un chiringuito playero un caldero (especialidad de arroz de la que me he traido receta, jio jio jio) y nos echamos la siesta en una playa, pues por la tarde teníamos el bautizo de Tindriel. Esta inmersión, en la que acompañabamos a Tindriel en el barco pero no en el agua, fue larga también, y divertida, aunque vimos mucha menos vida que en el bajo. Pero ya nos habíamos soltado, y disfrutamos cada minuto. Como ya dije en otra entrada, la sensación bajo el agua es indescriptible. Fahss!!! la llama "orgasmos verdaderos" pero todos sabemos que es un tarado... ¿o no?
La inmersión fue cojonuda, y Tindriel quedó enamorada. Otra conversa je je je.
Luego volvímos a casa, destruidos. Bucear te deja machacado, y tres inmersiones en un día son muchas para principiantes. Íbamos a acercarnos a tomar una copa con el hermano de Moriarty y celebrar San Patricio, pero no fue posible, caímos en cama antes de poder hacer amago de salir.
Y esta mañana ha sido de relax: playita después de desyunar, comer un suculento caldero en casa de Moriarty con su familia, que es encantadora, y con poco más que añadir, volvernos a Madrid. Ha sido breve pero intenso... espero que algunos de lo que leeis esto os unais pronto.
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