Amor a la silla
Esa expresión me la dijo la dama Tindriel una de las primeras veces que quedé con ella. Me hizo bastante gracia, y entendí muy bien a que se refería, si bien de modo intuitivo. Hoy he tenido una muestra en vivo y en directo de algo parecido cuando he ido a votar. Es muy largo para contarlo todo, pero ha resultado muy patético, entre otras cosas, el modo en que una tiparraca que debía ser jefe de mesa o algo así ha tratado a un abuelete por que quería meter él la papeleta en la urna. Con completo desprecio, muy pagada de sí misma. Es triste lo que la gente pequeña hace cuando le das la más mínima cantidad de responsabilidad.
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